Relación de pareja saludable

relación de pareja saludable

El Amor no se encuentra, se construye. ¿Cómo construir una relación de pareja saludable?

Acompañante en Bioneuroemoción®

Enamorarse no es difícil, lo difícil es mantener ese enamoramiento y hacerlo madurar hasta que pueda convertirse en un Amor real. El enamoramiento es la parte fácil, es un subidón, es estar bajo los efectos alucinantes de nuestras propias hormonas y emociones, es un efecto adictivo que nos hace desear que nunca se acabe porque nos sentimos ligeros, poderosos, motivados, inspirados y mejor con nosotros mismos. Pero esa parte inicial, hermosa, adictiva y fácil no es Amor, es enamoramiento, y puede ser tan pasajero como lo es cualquier emoción. Es fácil sentir mariposas cada vez que estás a punto de ver a esa persona, es fácil estar con él o con ella de frente en un restaurante y sonreír durante toda la cena, es fácil disfrutar una buena noche de sexo y luego regresar cada uno a su casa a descansar, seguir con su rutina al día siguiente y emocionarse al recibir mensajes halagadores tiernos y muy bonitos. La parte fácil es caer, es el comienzo, cuando todo es ligero, nuevo y emocionante.

Es fácil enamorarse, pero construir un Amor es totalmente otra cosa. Construir un amor no es algo tan fácil ni tan placentero, es algo sumamente complicado y requiere de mucho más que un simple deseo o atracción, requiere mucha energía, compromiso, respeto, responsabilidad, lealtad, comunicación, empatía, entendimiento, coordinación, tolerancia, y muchos más ingredientes. Eso es lo difícil, y es difícil porque cuando ese efecto alucinante de la etapa del enamoramiento se ve opacado por el estrés de la fricción, en la etapa de los ajustes aparece la frustración, la desesperación y las ganas de salir corriendo hacia un lugar más fácil, donde no se nos pida tanto esfuerzo ni tanto compromiso. Por eso muchas relaciones terminan, esas relaciones no logran superar la etapa de los ajustes que se les presenta, y entonces rompen el vínculo y con eso se rompen el corazón y todas las expectativas que tenían en la imaginación.

No te esperes a encontrar la relación que deseas, constrúyela. Si realmente logras convertir la emoción inicial y fugaz del enamoramiento en una decisión constante y comprometida durante la etapa de ajustes, entonces trascenderás a un Amor real. El Amor no es una emoción, es una decisión. Las parejas que trascienden a los años y a los daños son las que deciden diariamente trabajar en su mejor versión y en la relación, para poner en la mesa lo mejor que tienen, y con ello que la pareja florezca y se admiren mutuamente. En una relación saludable que busca construir un Amor, ambas personas deben llevar a cabo todos los días su parte del trabajo en equipo, con respeto, comunicación, lealtad, compromiso, tolerancia, empatía, entendimiento, y todo lo necesario para que esa relación funcione, para que se resuelvan los obstáculos juntos, y para que se construya un vínculo aún más sólido, respaldando las promesas con acciones.  El Amor verdadero es una decisión que tiene que ir respaldada con acciones y compromiso, los sentimientos son momentáneos y no siempre están en nuestro control, pero nuestras decisiones sí, y hay decisiones que podemos tomar para toda la vida, un día a la vez.

Ahí está el reto, y eso explica gran parte del por qué muchas personas actualmente se enfrentan a la dificultad de encontrar una pareja, confundiendo el enamoramiento con el Amor. Cuando el efecto alucinante del enamoramiento termina, terminan la relación para buscar otra y otra y otra… Las relaciones comprometidas les abruman y prefieren las relaciones casuales, emocionantes y pasajeras, buscando lograr sin esfuerzo mucha emoción y resultados inmediatos, pero sin darse cuenta de que están cayendo en lo desechable, en lo tóxico, en lo banal, en el placer a corto plazo, que a largo plazo trae soledad y vacío. ¿Pero qué es lo que nos hace mantener relaciones tóxicas, o que nos impide comprometernos, o que hace que nos rechacen?

Un acompañamiento en Bioneuroemoción® nos ayuda a identificar los patrones de comportamiento que hay detrás de la forma en la que nos relacionamos, y las “creencias” que hemos adquirido en la infancia o hemos heredado de nuestros antepasados, que siguen limitándonos en nuestra vida actual y condicionando nuestras relaciones. Podemos encontrar “lealtades invisibles”, programas de “no-compromiso”, y más condicionantes que hacen que sigamos viviendo una y otra vez las mismas experiencias, que atraigamos el mismo tipo de relaciones, y repitamos los mismos conflictos sintiéndonos incapaces de cambiarlos. Al tomar consciencia de esos factores que están condicionando nuestras experiencias, podemos elegir de nuevo cómo vivirlas, transformarlas, y tomar decisiones coherentes con la nueva información. La coherencia emocional es la mejor manera de construir una relación de pareja sana, y nos propicia unas condiciones adecuadas para un desarrollo sano y equilibrado, aportándonos bienestar, salud física y emocional.

 

www.terapiasdelcambio.com

 

(+34) 684417208

2 comentarios en “relación de pareja saludable”

  1. De acuerdo con todo lo expresado. Pero hay q lograr madurar de a dos y no siempre ocurre. Cuando una parte no evoluciona, las cosas comienzan a ser muy difíciles. Por más q remes, si no es de a dos, se inicia un círculo vicioso q es muy complicado y agotador de conducir y lleva al desgaste físico y emocional. Gracias

    1. Buenos días guada, muchas gracias por tu comentario. Efectivamente, para que una relación funcione y sea saludable, ambas personas deben llevar a cabo todos los días su parte del trabajo en equipo, y como bien dices no siempre es el caso. Desde la perspectiva de la Bioneuroemoción®, sabemos que en la pareja nunca estamos frente al otro sino frente a nosotros mismos, y sabemos que lo que nos hace sufrir en pareja es una oportunidad para crecer, porque nos habla de lo que tenemos que trabajar en nosotros mismos. Ahí es donde se encuentra el aprendizaje que tenemos que integrar, ya que el propósito de toda relación es conocernos a nosotros mismos a través de la otra persona, volviéndonos cada vez más conscientes. Si mi pareja me falta el respeto ¿en qué no me respeto a mí mismo/a? Si mi pareja no me valora ¿En qué me desvalorizo a mí mismo/a? Si mi pareja es egoísta ¿En qué estoy siendo egoísta conmigo mismo/a, dejando pasar las necesidades de los demás ante las mías? Y una vez hemos tomado consciencia del aprendizaje que nos trae esta relación, y que hemos integrado esos aspectos, entonces podemos decidir acabar la relación, dando las gracias por lo que nos enseñó, (quizás a amarme más, quizás a respetarme más…) siempre desde el respeto y el agradecimiento. Si no integramos el aprendizaje que nos traen nuestras relaciones, estaremos condenados a repetir una y otra vez los mismos conflictos y las mismas situaciones “Siempre encuentro el mismo tipo de hombre o de mujer”, etc. Así que les invito a preguntarse “¿qué me molesta de mi pareja?” y reflexionar en “¿qué tiene que ver conmigo y qué cualidad tengo que integrar?”, para poder estar mejor en pareja y también conmigo mismo/a.

      Un saludo

      Clothilde

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