Coaching emocional

No vemos las cosas como son, sino como somos.

Cada uno interpreta la realidad de manera diferente. Vemos la vida a través de unos filtros y no siempre somos conscientes de ellos. Estos filtros, que son como unas gafas a través de las cuales percibimos la vida, son programas y creencias inconscientes que se van estableciendo durante nuestra infancia, y que también heredamos de nuestros antepasados. Estos filtros nos hacen reaccionar, juzgar y tomar decisiones de manera inconsciente y automática, llevándonos a actuar irracionalmente, y a ser intolerantes con los demás.
Nos hacen repetir situaciones que nos generan estrés, una y otra vez, pero no somos capaces de cambiarlas: “Siempre me encuentro con el mismo tipo de pareja”, “Siempre acabo dejando mi trabajo o me despiden”, “Siempre tengo los mismos conflictos», etc.
Nos pensamos que la forma en la que vemos las cosas es «la realidad» y queremos convencer a los demás que “nuestra realidad” es “la realidad” para todos. Esa percepción limitada y rígida de la vida nos vuelve poco empáticos e inflexibles, teniendo un impacto en nuestras relaciones familiares, de amistad y de trabajo.
¿Cuántas veces te empeñaste en mantener un juicio sobre algo o alguien, buscando reafirmar tu pensamiento, aunque haya varios elementos que muestren lo contrario? Esto nos pasa porque de forma natural buscamos, favorecemos, y recordamos la información que confirma nuestras creencias, tendemos a encontrar y recordar información que confirma nuestras percepciones. Por ejemplo, si pienso que alguien es incompetente, siempre tenderé a buscar aquello que refuerce mi creencia, y descartaré todo aquello que me muestre lo contrario. Al igual que si pienso que una
persona es perfecta, voy a descartar todo aquello que me muestre lo contrario, de allí la expresión “El amor es ciego”. Pasa lo mismo con los lugares, si me voy a una ciudad la cual pienso que es sucia, mi atención se centrará en la suciedad y me perderé la belleza del lugar. Pregunta a un
grupo de amigos sobre un viaje o sobre una persona, es fácil darse cuenta de que cada uno ve la vida a través de sus propias gafas.
Pensamos que “lo que vemos es lo que es”, y no nos damos la oportunidad de explorar más, de conocer más a una persona o acerca de algo. Cuando nos aferramos a nuestras creencias estamos poniendo etiquetas a las personas, los lugares y las cosas, y nos estamos convirtiendo en una persona con una mentalidad fija, impidiendo nuestro crecimiento y nuestra evolución, manteniéndonos en un “Déjà vu”.
Las creencias y los programas inconscientes nos llevan a una percepción selectiva, en la cual vamos a buscar inconscientemente aquella información o personas que nos refuercen lo que nosotros pensamos o sentimos. Si pienso que “no se puede fiar de los hombres”, atraeré a mi vida
hombres que acabarán engañándome, confirmando mi creencia, no porque tenga mala suerte ni porque mi creencia sea verdad, sino porque nuestros pensamientos crean nuestra realidad.
Un acompañamiento en Bioneuroemoción® nos ayuda a tomar conciencia de nuestras creencias y programas inconscientes que dirigen nuestras vidas, para poder cambiarlos y empezar a vivir nuevas experiencias. Nos devuelve el poder sobre nuestra vida disminuyendo el estrés y mejorando
nuestra salud emocional y física.

Más información www.terapiasdelcambio.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
× Contactar